La REFLEXIÓN DEL VIERNES DE OSCAR IZQUIERDO. CORDURA

CORDURA

En Tenerife la fuerza se pierde por la boca, se habla mucho, se hace poco. Llevamos un retraso que se cuenta en décadas, en relación con la dotación de infraestructuras de todo tipo. Falta empezar, hacer, con la esperanza, de que algún día, puede ser que alguna obra pública se termine.  No se respeta lo que está planificado, cada vez que llega un político nuevo al cargo, cambia todo lo que viene de atrás. Graso error, porque la planificación, en sí misma, exige mucho tiempo hacerla, con perspectivas de años por delante para ejecutarla. Si se producen cambios continuos, es imposible que algo pueda salir adelante. En nuestra isla, la mayoría de los políticos, parece que tienen un anhelo desmesurado, por pasar a la historia, con el afán de que le pongan el nombre de una calle, una estatua en una plaza o una placa en la fachada de la casa donde nació. Se olvidan de que entran en el cargo, pero que también saldrán algún día, más tarde o más temprano. Por lo tanto, lo mejor es que ejecuten lo que está previsto y dejen de inventarse banalidades egocéntricas.

También te podría gustar...