La REFLEXIÓN DEL VIERNES de Oscar Izquierdo. TORTUGAS
Cuando insistimos en que tenemos una Administración Pública que no sirve, es porque la sufrimos diariamente en todos los ámbitos en que tenemos que relacionarnos con ella, tanto como empresarios, como ciudadanos. Es demasiado lenta para todo, pero sobre manera, en el pago de los trabajos, obras o servicios ya ejecutados por las empresas privadas. Lo hace tarde y por lo tanto, mal. Si es al revés, enseguida tenemos que abonar el recargo de retraso del pago correspondiente, es decir, la penalización sólo funciona en una dirección, que como no puede ser de otra manera, solo beneficia a la Administración Pública. Los plazos establecidos por la Normativa, los incumple sistemáticamente, por lo tanto, quien primero tendría que dar ejemplo, no lo da, sino que hace lo contrario. Además, con las demoras en los pagos, pone en peligro la supervivencia de las empresas, no por una mala gestión interna, sino por la torpeza tortugera de la burocracia. Que, de una vez por todas, paguen en tiempo y forma, trabajando con eficacia, que para eso cobran