La REFLEXIÓN DEL VIERNES de Oscar Izquierdo. SI FUERA VERDAD

Vamos a vivir en un cuento feliz, para contrastar estos tiempos tan azarosos, debido, sobre todo, a la frenética actividad política, como consecuencia de la celebración de las próximas elecciones, con el fin de alimentarnos de alguna vitalidad y poner positividad a nuestra existencia. Imagínense que todas las promesas electorales, de los distintos políticos y partidos, sean después una realidad manifiesta. Sería el summun de las aspiraciones ciudadanas o empresariales, un mundo feliz, satisfecho. Todos queremos una mayor calidad de vida y bienestar, conseguirlo pasa por la mejor política social que se conoce, que es la creación de empleo, no los subsidios, paguitas y demás ayudas encubiertas, que sólo sirven, para que después florezca la economía sumergida y los especialistas del cáncamito. Lo que tienen que conseguir, los ahora candidatos, es la materialidad de su promesa, porque ya tenemos la suficiente experiencia, que después, en la mayoría de los casos, no se cumplen. En cambio, una actividad económica suficiente, contante, productiva, junto al trabajo, es lo que crea riqueza social y satisfacción generalizada

 

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