ACERTAMOS

El lunes de la semana pasada escribimos un artículo titulado “Vaya año” y sin querer arrogarnos el papel de adivinos, profetas o videntes, por lo que ha sucedido el domingo, en las pasadas elecciones Autonómicas y Locales, con sorpresas bastantes sonadas, empezando con desapariciones políticas e ideológicas  convenientes o entradas con fortaleza que nadie se esperaba y después, la sorpresiva convocatoria de Elecciones Generales para mediados de julio, parece que acertamos plenamente en nuestras predicciones. Decíamos y lo repetimos por su actualidad y argumentación cierta que, mientras tanto, todo paralizado, esperando que se estabilice la situación política, porque el año 2023, será una pura nulidad gubernativa.

Insistimos para que se quede impreso en nuestras mentes, que mientras tanto, todo por hacer, nada por acabar y mucho por ejecutar. La Administración Pública, aguardando, tampoco es raro, porque es lo habitual en su funcionamiento. Para disculparse, exponen que hasta que no haya nuevos ejecutivos, hay que esperar para tomar decisiones. Así que hasta que tengamos constituidos los gobiernos en todos los niveles territoriales, estatal, autonómico, insular y local, este país vivirá en el limbo del desasosiego, con una interinidad permanente. Lo peor de lo malo

El único cambio que se ha producido en nuestra predicción es que las Elecciones Generales, en vez de ser a finales de año, se celebrarán en pleno periodo estival. Todo un malabarismo, que no es sino el arte de manejar conceptos y tiempos, para deslumbrar o diríamos mejor despistar al ciudadano. Es un salto al vacío, arriesgado, presuroso, para intentar salvar los muebles de un posible naufragio electoral, donde no se sabe, si se va a caer en tierra saliendo victorioso o hundirse en el mar, ahogándose en la pérdida del poder. Si ha sido acertada la decisión, se sabrá con el tiempo, ahora lo que ha creado es un embrollo generalizado, uniendo, la negociación de posibles pactos de gobierno en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, sumando además en Canarias a los Cabildos, con la toma de posesión, unificando todo ello, con el comienzo de una nueva campaña electoral. No estamos seguros de que haya la suficiente capacidad personal, porque la mediocridad es el presente de la política española, para asumir con garantías suficientes de éxito, todos estos retos tan difíciles, rápidamente y con la responsabilidad que requieren de cara al futuro.

Nos reafirmamos en nuestra preocupación porque este entretenimiento político, provoca incertidumbre económica, inseguridad jurídica y como ya recalcamos, más paralización administrativa, pudiendo llegar, siendo una posibilidad cierta y de máxima intranquilidad, a la total detención de la burocracia, esperando por los resultados electorales y lo que es peor, la nula toma de decisiones para sacar adelante, proyectos, inversiones, planificaciones y objetivos estratégicos. Además, España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, muy importante en sí mismo como país, pero más para las Islas Canarias, donde como región RUP, Región Ultraperiférica, tenemos muchos intereses que defender y reivindicaciones que exigir.

Mientras tanto, los empresarios a lo nuestro, con pundonor, esfuerzo, ejemplaridad, que se traduce en crear empleo, actividad económica y mantener laborioso el funcionamiento de todo nuestro sistema productivo. Es decir, engendrar riqueza social. Todo depende si nos dejan, que ese es el peligro al que más tememos, porque nos enfrentarnos al muro infranqueable de una Función Pública obstaculizadora, que impide un desenvolvimiento rápido de los procedimientos, expedientes y licencias, junto a unos políticos que van a su bola, es decir, ocupándose sólo de sus propios asuntos y a su manera, sin preocuparse por los demás, que en teoría es su misión, como servicio público.

 

 

Oscar Izquierdo

Presidente de FEPECO

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